La primera vez que vi llegar al Rodra, pensé que era otro atorrante como Maryan. Hoy puedo decir que el único atorrante sigue siendo solo Maryan. Quien lleva la 3 en la espalda ha sido fundamental para que este grupo no sea solo para jugar al fútbol. Dejame regalarte una analogía que vas a saborear como una fugazzeta rellena. El Rodra es a este grupo lo que el gluten a la pizza.
El señor pizzero tuvo la gentileza de dejar por escrito una palabras.
Estimados Héroes:
Aprovecho este espacio de “comunión” (común-unión entre nosotros, Héroes de los Viernes, que casi roza lo sagrado) para escribir en estas breves líneas una especie de despedida (que será por poco tiempo) de las canchas, que cumple muchas veces para todos nosotros la función de “templo sagrado” donde dejamos de ser por un rato hermanos, padres, hijos, tíos, oficinistas, músicos, vendedores, técnicos u otro adjetivo que nos clasifique en esta vida mundana, para compartir con el resto de los “muchachos” una o dos horas de FUTBOL, donde no importa de dónde venís; donde deja de ser importante la clase social para escudarnos de manera igualitaria dentro de los “héroes”; donde podes olvidarte (aunque sea por un rato) de los quilombos habituales de la asquerosa rutina diaria; donde vos y otros nueve “dementes” mas, en un campo de juego de césped artificial, bajo lluvia, frio que te escarcha el cuerpo o calor que te derrite el alma, corren atrás de una pelota como si de eso dependiera sus almas y vidas, con el único e importante fin de pertenecer a este hermoso grupo.
Ya paso más de un año desde el inicio humilde de esta “cofradía” (por lo menos así lo veo yo, como dijo antaño Guillermo Nimo) y a esta altura se me hace muy difícil estar lejos de la compañía de ustedes. Si bien llega una nueva integrante a mi familia (mi hija Olivia, para quien todavía no esté al tanto de la situación) que seguramente llenará mi corazón de alegría, hay un dejo de tristeza mientras escribo estas humildes líneas de cara al último partido que jugaré con ustedes.
Para ir terminando y no aburrirlos con tanta parafernalia, quiero agradecer públicamente a Marian (nuestro querido Neymar) por acercarme a este excelente grupo y a cada uno de ustedes con quien he compartido la mayoría de mis viernes hasta aquí, pidiendo disculpas si alguna vez se me fue la mano con algún golpe en el futbol (aunque no lo crean, en más de una oportunidad me fui a casa angustiado por mis “burradas”) y rogando perdón si en algún momento me fui de boca con algún insulto hacia ustedes, a veces no mido y me voy al pasto…
Este viernes será mi último partido por un tiempo considerable y aunque no lo crean, ya los estoy extrañando… eso sí, estas líneas forman parte de una inminente despedida, pero con un carácter de “hasta luego”…
El Rodra.-
Oh! Juremos Con Gloria Morir!!!
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