Partodo 236 - Lollapartooza ( Encore )

( Escribe Guido ) 

El hiato en la Copa Toy Story se estiró por un viernes más y se jugó un segundo amistoso de forma consecutiva. La presión de jugar por los puntos volvió a quedar en suspenso en un grupo tan ansioso por jugar por algo que, mientras la primera copa sigue en pie con un finalista esperando que se juegue el último cuarto de final, ya se definieron las reglas del siguiente torneo con temática Avenger, nada más acorde para este grupo de héroes sin capa.

Y con esa presión se fue también el apego a la fiel tradición de jugar 5 contra 5, al menos durante todo el partido. La AFA nos amenazó con la quita de puntos por el incumplimiento de presentar 10 jugadores en el campo de juego, pero quedó en la nada cuando se dieron cuenta de que no estábamos afiliados.

Como ya es costumbre en la ConmeNolobol, los capitanes no fueron elegidos ni por su experiencia, ni por sus capacidades futbolísticas, ni siquiera por un sorteo. A dedo, los apuntados para elegir los equipos fueron Guido y Eze, quien, vale aclarar para los que no se hicieron presente esa noche, fue anotado en la lista como Fer. Tampoco hubo los habituales jueguitos, ni siquiera el tradicional pan y queso: Guido eligió primero gracias a su infalible técnica en el piedra-papel-o tijera. De esta forma, de azul lo acompañaron el Arquero, Pablo, Juancho y Kasba. De rojo se vistieron Nolo, Rodra, y dos Diegos: el Halcón y el nuevo invitado, quien se puso los guantes para ubicarse debajo de los tres palos.

El partido arrancó con 5 de rojo y 4 de azul, ya que Kasba llegó unos minutos tarde. De todas formas, esa ventaja no se reflejó en el marcador. Y cuando el demorado se puso los botines y los azules pasaron a ser 5, ese marcador comenzó a ampliarse a tal punto que llegó un momento en el que se dejó de contar.

El equipo azul tuvo una noche inspirada. Rápido para moverse, preciso en los pases, letal al rematar al arco. El Arquero aportó su habitual seguridad con las manos y le sumó su empuje desde el fondo cuando tuvo la pelota en los pies. Pablo tuvo una actuación intachable con su gran dominio del balón, su inteligencia para abrir el juego y su potencia al rematar al arco. Juancho siguió de racha e hizo todo bien: marcó, se asoció e infló la red en varias ocasiones. Kasba habrá sido lento para llegar a horario, pero fue porque se guardó la velocidad para el partido: estuvo imparable cada vez que aceleró y certero a la hora de definir. Y Guido, el capitán, no se quedó atrás: firme en la marca, precisión en los pases cortos y largos e infalible al rematar, incluyendo otro gol picándola, esta vez desde casi mitad de cancha.

El rojo, por el otro lado, casi nunca jugó con 5. Primero, cuando el Halcón tropezó con la pelota y se golpeó la cabeza contra el hombro de Juancho: quedó mareado por unos minutos, pero luego recuperó el foco y la puntería de siempre para pegarle al arco. Luego le tocó al otro Diego, al nuevo: luego de un misil salido de los pies de Pablo, de esos que se clavan en el techo del arco, quedó sentido y tuvo que salir por unos minutos. Haciendo gala del fair-play, Juancho lo acompañó afuera y por ese rato se jugó 4 contra 4. Pero cuando el arquero rojo volvió, tampoco es que en el equipo rojo eran realmente 5. Porque su capitán, Eze, jugó como siempre: para atrás, reteniendo de más la pelota y errando los pocos pases que atinó, con el agregado de osar reclamarle a su receptor por no correrlos.

Por esto, y porque los de azul hicieron todo bien, todos los esfuerzos de los otros jugadores de rojo fueron en vano. De nada sirvieron las precisas definiciones del Halcón, ni las incansables idas y vueltas por la banda derecha de Rodra, ni las tapadas mano a mano del otro Diego, ni tampoco la bicicleta de Nolo.

En conclusión, fue un partido sin equivalencias ni en el marcador ni en la cantidad de jugadores en cancha. No por demérito del equipo rojo (al menos 4 de ellos) sino por el mérito de los 5 que vistieron de azul. Así como el viernes anterior, se notó demasiado el relajo por no estar jugando por la copa. Pero, en definitiva, hubo viernes y hubo fútbol y eso es lo que verdaderamente importa.

Fue el segundo amistoso del año.

Fue el partido en el que casi nunca se jugó 5 contra 5.

Fue el partido en el que Eze pateó su único tiro al arco del año.

Equipo Azul

1.Guido: Ganó por primera vez siendo capitán y lo hizo con creces: se puso un guante en el botín y se lució especialmente en los pases y en sus magistrales definiciones al arco.
2.Arquero: Estuvo como siempre impasable en el arco, pero se destacó más cuando salió jugando, asociándose con el resto del equipo y haciendo esos goles que rara vez tiene la oportunidad de hacer. 
3. Pablo: Tuvo la pelota atada al botín, la mirada atenta para distribuir y la pólvora siempre cargada al pegarle al arco 
4. Juancho: El Bisonte sigue de racha y jugó otro partidazo: impasable cuando defendió, intratable cuando atacó, siempre formando parte del circuito de juego. 
5. Kasba: Lo que corre este jugador escapa al ojo humano: pestañás y ya cruzó el largo de la cancha; cuando te das cuenta, ya hizo el gol o se la pasó al compañero mejor ubicado.

Equipo Rojo 

1. Eze: Las capitanías pesan, especialmente las primeras. Quizá eso atenúe un poco su floja actuación, pero sus errores fueron gravitantes para el resultado final. 
2. Diego (el nuevo): Empezó errático, tanto con las manos como con los pies, pero luego se acomodó y tapó varios mano a manos con destino de gol.
3. Diego (el Halcón): El choque contra Juancho no le terminó de sacar la perspicacia y la certeza habitual de este rapaz depredador del gol.
4. Rodra: Fue la constante salida por derecha y se cansó de recorrer la banda.

5. Nolo: Tiró la bicicleta y le puso la cara y el buen humor a un partido totalmente adverso. 

Resultado: 20 a 5 (aprox)

JDP: Pablo

HDP: Juancho

GDP: Guido 

AHP: Pablo. Por festejar un gol encontra del rival ganando 5 a 1 como si fuese un golazo. 

O juremos con gloria morir!